Kike Santander (‘Operación Triunfo’): ”Bisbal fue una aguja en un pajar”
El director de la Academia nos explica sus métodos para convertir en estrellas a los nuevos concursantes de ‘O.T.’
Pocos como Kike Santander tienen dentro del mercado discográfico un olfato tan fino para descubrir nuevos talentos de la canción. En España, su nombre empezó a sonar cuando se convirtió en impulsor de David Bisbal, pero en Iberoamérica ya era todo un mito. El nuevo responsable de la Academia ha hecho un verdadero esfuerzo para trasladar su residencia a Barcelona este verano, convencido de que valdrá la pena.
¿Qué objetivos te has marcado para los próximos tres meses?
Que los chicos aprendan lo máximo posible. Los profesores tenemos que poner todas nuestras capacidades al servicio de estos jóvenes. Debemos saber escucharles y solucionar sus problemas rápidamente. Me gusta ayudar a la gente a que supere sus miedos. Quiero dejar claro que el factor humano es tan importante como el artístico.
¿Qué le gustaría mejorar con respecto a ediciones anteriores?
El camino está trazado y no hay mucho que cambiar. No obstante, voy a hacer hincapié en los valores en los que yo fui educado: la honestidad, el esfuerzo, la perseverancia… Quiero que los muchachos tengan los pies sobre la tierra y no se confundan.
Las comparaciones con Nina, la antigua directora ya han empezado a aparecer…
No le tengo miedo a las comparaciones porque forman parte de la vida cotidiana, a todo el mundo le gusta comparar. Con Nina he tenido muy buena relación y creo que hacía su papel con compromiso y entrega.
Algunos artistas se quejan de que este tipo de programas se hayan convertido en el único camino para triunfar en el mercado discográfico. ¿Está de acuerdo con ellos?
No es cierto, hay diferentes vías para grabar un disco. En este caso, se podría decir que todos los caminos conducen a Roma. Hay gente que llega solita, sin tinglados televisivos, y otros, como Bisbal, Chenoa o Bustamante, lo hacen a través de un programa. A cada uno se le pueden presentar diferentes oportunidades, pero lo que funciona de verdad es usar el talento con humildad y disciplina.
¿Te consideras un profesor duro y exigente con los chavales?
Mi fórmula es la exigencia con cariño, y me funciona muy bien. Hay quien aplica el músculo o la seriedad en el rostro… Cada uno tiene su estilo y el mío es reflejo de cómo soy yo. Tengo puesto mi corazón en esto y los resultados los veremos dentro de tres meses, cuando el público diga ”menos mal que se fue para Miami” o ”qué lástima que se marchó para allá”.
¿Es muy difícil que vuelva a aparecer otro David Bisbal?
Sí, es como encontrar una aguja en un pajar, porque se tienen que dar demasiados requisitos al mismo tiempo. Si falta uno, no es lo mismo. No obstante, de vez en cuando salen, por lo que hay que mantener la mente positiva: Vamos a encontrar al próximo David Bisbal y a la próxima Chenoa. Aunque acabamos de empezar y todavía queda mucho por hacer, mi impresión es que aquí dentro hay una gente joven fabulosa.
¿Cómo vais a evitar que a los nuevos concursantes se les suba a la cabeza la fama como ocurrió en ediciones anteriores?
Es cierto que, en las primeras ediciones, algunos creyeron que estar en ‘O.T.’ significaba automáticamente ser una estrella. Y eso sólo se consigue con trabajo y pagando un alto precio. Bisbal, por ejemplo, estuvo cantando con su orquesta años y años hasta que triunfó… La fama no se improvisa, es una semilla que hay que cultivar durante mucho tiempo.
¿Vamos a ver pasar por las instalaciones de ‘O.T.’ a los grandes artistas con los que has trabajado?
Sí, por supuesto. Prefiero no dar nombres para no adelantar acontecimientos, pero puedo decir que va a haber más de un bombazo.
¿Cómo es tu vida en Barcelona? ¿Vives en la Academia?
No, hemos fijado un horario que me permite tener tiempo libre para mí. Ten en cuenta que he traído a mi esposa y a mis hijos a Barcelona. Si tuviera que estar encerrado, me volvería un poco neurótico. De esta forma, tengo tiempo para oxigenarme, hacer gimnasia, estar con mi mujer y mis hijos. Y con este sistema llego por las mañanas al trabajo tranquilo, sonriente y lleno de energía.
¿Te costó aceptar la oferta del programa?
Sí, lo pensé mucho, porque suponía dejar mi casa y congelar otros proyectos importantes hasta mi vuelta. Ahora estoy introduciéndome en el mercado de habla inglesa con nuevos artistas. Al final, después de mucha negociación, ajustamos mi agenda y vine contento de poder aportar muchas cosas a estos muchachos.
¿Te consideras un triunfador?
En mi carrera no todo han sido éxitos, pero el balance es positivo. Si en estos momentos terminara la película de mi vida artística, me iría muy contento. Desde pequeño, mis padres me enseñaron que todo se logra con sudor y con disciplina. Por eso, me levanto muy temprano, trabajo muchas horas y no importa si fallo una, dos o tres veces, porque aprendo de mis errores y sigo adelante. Y el éxito no es más que el resultado de todo ello.
¿Y me puedes explicar qué hace un doctor en cirugía recogiendo premios Grammy?
Aquélla fue una etapa extraña de mi vida. Fueron 10 años en hospitales, viendo morir a mucha gente. Con esa experiencia aprendí mucho del dolor y del drama humano. Me di cuenta de que la muerte se lo lleva todo y de que hay que dar gracias todos los días si se tiene salud. Al margen de eso, si algún alumno se desmaya en algún ensayo, creo que podré hacer algo para recuperarlo.
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